Madrugada de lluvia, madrugada que viene pesada y con sabores amargos del dia que se fue. Una noche mas en vela, en compañia de la soledad y la radio malevola que no se cansa de cantar mis miserias una y otra vez.
Tengo las pupilas dilatadas, parecen dos enormes discos resplandecientes en la oscuridad del cuarto azul, fijos, inmoviles pestaneando al compas del reloj, maldito reloj que avanza tan lento. Las horas se hacen eternas, la eternidad ya pierde sentido. Todo se pierde.
Suspire una y otra vez, en ese aliento profundo quizas exorsice algun que otro demonio, no se. Mi cabeza esta muy confusa, muchas voces me hablan al mismo tiempo. Muchos recuerdos, demasiadas notas mentales se van mezclando.
Todo va girando, realidad y fantasia, el dulce sabor amargo del olvido, la amnesia total de los sentidos, Pues si, ya me olvide de ver, de sentir, perdi el contacto con todos los sonidos mas tambien el sabor de las cosas. Me volvi tosca, necia, un ente en la soledad del cuarto hasta apagar el sol.