lunes, 22 de septiembre de 2008

Miradas


Previa dia de la primavera, cena en casa con amigos que hace mucho no veia, palabras van palabras vienen, una cosa lleva a la otra, terminamos a las 12am en un barcito de plaza Serrano. Pues si, todas nuestras salidas por mas deliberaciones que hagamos terminan siempre en el mismo lugar...no se por que sera, quizas Palermo tiene ese aire jovial y renovado para los espiritus pseudo adolescentes...

Entramos, nos acomodamos como pudimos, encastrando nuestros cuerpos como piezas de un gran tetris humano, agata pudiendo solo respirar...mi cara empieza a tomar los primeros tintes de disconformidad, intento disimular. Empujando pudimos hacermos camino hacia la escalera y lograr subir hasta los reservados de siempre.

Nos sentamos, dejamos nuestras cosas, los chicos van a la barra, las chicas al baño, yo las sigo por supuesto.Nos retocamos el maquillaje, ajustamos nuestros sostenes, y no paramos de hablar cosas que a nadie le importa, yo solo permanecia en silencio.

Volvimos, los chicos ya estaban sentados con los tragos sobre la mesa...brindis estrepitoso de por medio por el dia de la primavera!...yo pensaba entre mi...que afortunada estacion!!...tiene un dia de festejo sin ni siquiera darse cuenta de ello, es que es asi, el argentino con tal de tener excusas para festejar todo es bienvenido. Despues de haber volcado unas cuantas gotas de New Age sobre la mesa, cada uno emprendio su acometido de la noche...creo que las hormonas estaban tan espumantes como las copas de vino. Los chicos emprendieron la conquista, con chamuyos baratos e invitacioens de tragos a chicas que jamas se fijarian en ellos, por muchas cuestiones que no vienen al caso. Las chicas, en poses de le femme fatal, empuñando sobre sus escotes dos armas relucientes, capaz de dejar muerto por ko a cualquier chico, hacen una atmosfera de histeria total frente a sus pretendientes masculinos. Entre tanto desfile de carne rebotada, pude yo en mi rincon darme cuenta de algo... nadie podia verse a los ojos, pero ninguno de los dos bandos, ni mis amigas ni mi amigos en sus respectivas conquistas podian sostener la mirada por un momento con su presa. Todos y cada uno esquivando la mirada, perdidos entre los humos, los alcoholes y el fervor hormonal.

Yo era un pollito acurrucado en un rincon, sentada con las rodillas sobres el silloncito petiso de color blanco mate, con unos chupines negros y un piloto del mismo color, con mi porte afrancesado o melancolico ingles empuñando una copa a medio beber, haciendo esbozos mentales de tal situacion. No comprendia lo que veia, y me daba cuenta de que ellos estaban mas solos que yo todavia. 'por que sera que nadie puede sostener firmemente la mirada?, sera acaso pudor?, miedo a desnudar tu verdadero ser?, creo que con la mirada te das cuenta de muchas cosas, aunque bien sea en una noche de encantos. Observamos pero no vemos, y a mi en lo particular me encanta ver.

En eso miro unos zapatos que se acercan en oposicion a mi, unos zapatos negros de punta cuadrada, largos parecian canoas, de porte italiano, antiguos, estaban a la moda el año pasado. El portador de esos zapatos, hace a un lado los vasos que se encontraban justo al filo de la mesa, se sienta y me dice:

-disculpa que interrumpa tu vuelo...pero no pude evitar verte, y dejame decirte que tenes los ojos mas bellos, expresivos y llenos de vida que jamas vi en mi vida, eso es todo.

Subi la mirada y clave mis dos enormes ojos sobre el, un hermoso muchacho de ojos de jade que ni bien termino de valvucear esas palabras se levanto y se fue. Quede con un sentimiento raro, vacilante como flotando en el limbo. gire mi cabeza siguiendo su rastro, y al voltear el estaba alli con su grupo mirandome...me senti observada, analizada, desnuda...pedia quedejaran de verme y solo me miraran.

Me levante, ergui mi espalda y camine con porte hacia el, toque su hombro y solo atine a decirle con dulce voz:

-Disculpa que interrumpa tu charla, pero gracias por hacerme volver a tierra y de la mano de los ojos mas lindos que jamas haya visto...al final no estaba tan sola.