domingo, 4 de noviembre de 2007
Soy re kitsch…y qué?
Mira bien a tu alrededor, observa que de seguro tenés uno repleto de polvo en el estante de tu living…si ahí, justo al lado de la porcelana de la abuela. Sí, mi estimado, mi estimada…la vida posmoderna es completamente una imagen kitsch, como salida de uno de los aparadores de los negocios de todo por $2. Y es que precisamente, nuestra generación tuvo que convivir forzosamente con ese tipo de comercializaciones. Si de seguro llevaríamos una etiqueta colgada en la espalda, diríamos sin mas vueltas made in china. Somos una sociedad vulgar, una mezcla de glam con grasa, amantes de lo grotesco y esas baratijas que no sirven para nada, caquidornos como les suelo decir.
Ese absurdo deseo de aparentar ser, de tener y no tener, porque a la vez son burdas imitaciones, y de muy bajo costo por supuesto. Desde el punto de vista de los estudiosos, la estética del kitsch se basa en una falsa consciencia, un término marxista que significa una actitud mental presente dentro de las estructuras del capitalismo que está equivocada en cuanto a sus propios deseos y necesidades. Los marxistas suponen que entonces existe una separación entre la situación verdadera y su fenomenología.
Pero kitsch no se refiere solamente a esos adornos carentes de funcionalidad y de una belleza no estereotipada. También existen personas, imágenes y cualquier otra situación que nos llame al desconcierto, por que el kitsch también es eso, la controversia, el shocking, ese espanto que nos resulta grotesco, mórbido pero absolutamente atractivo. ¿Me gusta pero no sé por qué? Sin ir más lejos, no sé si alguien recordará la película “La Naranja Mecánica”. Bueno, para los que la hayan visto, ¿recuerdan el cuadro situado sobre la cabecera de la cama del protagonista?, un cuadro que exhibía sin más pudores una mujer abierta de piernas, desnuda y que le brotaba una planta de su zona genital. Bueno, dicho cuadro lo he visto el otro día en la casa de mi amiga, cuando fui para hacer un tp para la facultad. Una casa muy bonita, espacios amplios, muy minimalista. Mucho blanco, madera, vidrio y metal. Espacios carentes de muchos objetos. Al entrar a ese living despojado, mi ojo no pudo evitar sentir dicho rechazo contra esa pintura, que dentro del marco de la película resultaba hasta sensual, pero dicha descontextualización hacia perder la obra y solo causar repulsión.
Aquí les dejo unas claves acerca de cómo reconocer cuando estamos ante la presencia de ojetos kitsch:
Un objeto kitsch debe de ser barato. Pagar más de tres euros supone un robo a no ser que el objeto alcance el grado de lo sublime. Recuerde que casi siempre se puede regatear el precio.
Los objetos kitsch están fabricados en plástico y decorados con colores brillantes y/o purpurina. Pese a ello se aceptan añadidos de cristal, metal, textil o metacrilato siempre que ayuden a engrandecer el objeto en cuestión.
Pese a estar realizado con materiales de tercera categoría, la suma de aleaciones produce un resultado final prácticamente indestructible y con una acusada tendencia a acumular polvo.
Generalmente en su base encontraremos grabada o pegada la inscripción 'Made in China', independientemente del lugar donde haya sido adquirido.
Un mismo objeto kitsch puede servir de 'Recuerdo de'... Valladolid, del Tirol o de Grecia, no importa. La diferencia estará únicamente en la pegatina que indique su procedencia.
Los objetos kitsch tienden de forma natural a reagruparse en sitios insospechados, creando así una fauna propia y endémica del hábitat ocupado.
Finalmente, concluyo diciendo que no se debe confundir kitsch como sinónimo de horrible. El kitsch supera esa definición elevando a los altares todo aquello que nos duele a la vista, que nos hiere el criterio estético, sea el que sea. Un objeto kitsch es tan horroroso que nos agrada, tiene un poder sensual y sexual, nos atrae irremediablemente y una vez te atrapa la estética kitsch estás perdido.
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5 comentarios:
como que me cae re simpatica, y yo tb me considero kitsch
saluditos!
Gracias srta..ud tambien me cae bien..aunque nunca hablamos directamente hasta ahora..jaja!!
La espero seguido...saludines!!!!
Pd: ¿quien no es kitsch en esta vida??
por suerte yo soy de otro planeta, nada kitsch!
A Clockwork Orange, what a movieee!!!!!
me va a decir que en su planeta todavia no han llegado las varatijas???..bueno no se haga problema...ya me encargare de llevarle un vendedor amigo...Kitsch aca y en la luna!!!
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